La
experiencia, el hábito y la sensibilidad están entre los fundamentales
requisitos de un escritor. Hay que tener en cuenta que la edad aunque es un
factor a favor de la experiencia no determina esta. Hay quien tiene muchas
décadas de vida y no ha vivido nada, y existe quien muere joven y deja una
inmensa obra de vida. El hábito no es el hecho de enclaustrarte a tiempo
completo en un cuarto repleto de libros con un computador o un viejo aparato
mecanógrafo sino el arte de organizar el tiempo personal sin abandonar la
realidad en aras de realizar una conciente obra literaria. La sensibilidad nace
con el ser, hay a quien se le manifiesta de manera espontánea pero existe quien
la cultiva. El hecho es que hay que llegar a ella, hay que sentir para llegar a
ser un escritor.
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