Contar
historias para mí es un trabajo reconfortante, ya que puedo dar riendas sueltas
a mi imaginación, además de darme la posibilidad de recrear mi mundo interior.
Cuando me siento a trabajar nunca pienso en lo difícil que resultará colocar un
proyecto literario en alguna editorial, ni que posiblemente mi historia quede
guardada en algún lugar de la casa. Hoy solo sé que necesito decir algo,
exponer mis criterios sobre el sinfín de situaciones que se generan en este
mundo donde los criterios en sentido general nos son impuestos.
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