martes, 28 de febrero de 2012

El Héroe y el vendedor, 2da parte

Cuento que aparece en el libro "Preámbulo para un suicida"


El antiguo vendedor agonizaba, sin tiempo apenas para exonerarse ante mí. La muerte al parecer le había dado una tregua, según los médicos debió morir desde hacía días. Una escena se le veía congelada en su mente. Tal pareciera que aquel joven era abatido en ese mismo instante. El ruido de los proyectiles aún zumbaba en sus oídos, podía escucharlo a través de sus pupilas lánguidas, casi muerta, diría. Nunca ocultó su miedo ni su incomprensión ante aquellas balas. Contó mientras pudo sobre el silbido de la bala, que derribó al joven combatiente, y jamás olvidó las ofensas y el forcejeo cuerpo a cuerpo que antecedieron a la muerte.
Pasé trabajo para que alguien pudiera dar fe de lo acontecido, a pesar de que el nombre de José Ramón anda mezclado en la vida que transito.
Solo sé que es un mártir, desconozco su historia, fue la primera respuesta que obtuve en una dependencia estatal que llevaba su nombre. Durante días anduve indagando por las bibliotecas, y poco pude lograr, a pesar de la colaboración de sus trabajadores. No existía documentación ni libros que mencionaran el nombre del muchacho que había muerto ese día. En la Unión de Historiadores de Cuba nada tenían al respecto. Pensé que fue un hombre irrelevante y que el miedo que provocó su muerte al vendedor fue exagerado. Pero... ¿y la historia oída tantas veces? ¿Y el miedo en el rostro del vendedor y su angustia al contar lo sucedido? Tenía la versión del hecho bien concebida:
Dos jóvenes se bajaron de una ruta 28 en la parada frente al Jalisco Park. Dejaron la calle 23 y siguieron por 18.
–Toma el arma –dijo José Ramón, al sospechar que el hombre frente al bar de Miguel era un policía vestido de civil; el arma iba oculta en la cintura, trató de pasársela a su colega.
–Quédate con ella... a ti es al que buscan –insistió el compañero titubeando. Hubo un segundo de discordia, hasta que con gran tensión José Ramón pudo colocar el cuarenta y cinco en la cintura de su acompañante.
–No cojas por ahí –advirtió el amigo, receloso de que hubieran montado una celada en la intersección. 
El agente hablaba al oído de una persona que obsequiándole frutas de una carretilla respondía sigiloso y trémulo, manteniéndose inmóvil sobre el portal del bar de Miguel. Era un vendedor ambulante que, súbitamente, había suspendido sus pregones mañaneros.
–A ese me le escapo en su nariz, o, lo estrello contra el piso. El arma es tuya, te ordeno alejarte de mí… de ese me encargo yo –contestó José Ramón.
Así se hizo, el compañero tomó el arma y cambió de rumbo, él se dispuso a atravesar el punto neurálgico.
La versión del suceso, contada tantas veces por el vendedor, me había llevado a tener mi propia apreciación del hecho. La historia desconocida del mártir era cautivadora. Muchas veces me reproché estar ocupado en alguien que no resolvería el cúmulo de problemas que afectan mi vida cotidiana.      
¿Cómo habría escapado su compañero de la muerte? Ni tan siquiera tuvo necesidad de disparar el arma, solo escapó. Lo más probable fue que antes de llegar a la intersección de las calles 18 y 19 los dos jóvenes se separaron. El guardia debió seguir al que iba desarmado; o, en efecto, José Ramón era el objetivo. Esto lo hizo precipitarse de la acera para cruzar la calle 19 con intenciones de correr 18 abajo. El policía avanzó unos pasos en dirección a la calle 16. Por un momento el joven aminoró la marcha, al ver que el peligro perecía alejarse. Su compañero, con pasos aligerado escapó en dirección opuesta al policía, que no tuvo intenciones de retirarse, solo avanzó escasos metros para avisar a una perseguidora detenida en la otra esquina, que encendió la sirena, signo de muerte y miedo.
Un mensajero de un banco de películas llamado Martino, vecino de la cuadra donde vivía, me aconsejó dirigirme a un tecnológico que llevaba el nombre del mártir, y de donde él era profesor. Alternaba las dos funciones. Me aseguró no recordarse de la vida del joven combatiente, pero dejó entrever que existía una biografía en algún lugar de la cátedra. Creo que hace unos años mandé a redactar su biografía.
Al sentir la sirena de la perseguidora José Ramón corrió; pronto la tuvo cerca, trató de escabullirse en la escalera del edificio que está por la calle 18, al lado del bar, pensaba en mi desvelo, reconstruía los hechos. A partir de ese momento tenía el testimonio del más cercano y único testigo o talvez el delator; el vendedor ambulante. Todas las personas desaparecieron del lugar, l as ventanas y puertas fueron cerradas, el miedo que infundía la perseguidora era evidente. La versión que no se asemeje a la mía, es falsa, decía constantemente el vendedora quien vi más de una vez sobresaltarse con lágrimas en los ojos, cuando el recuerdo de aquel día se apoderaba de él. No se había quedado por valentía, le fue imposible huir.
–A esa hora mandarme a correr era ser blanco fácil de una confusión y de una bala –describía el vendedor.
Optó por tirarse al suelo, desde donde pudo ver cómo José Ramón al tratar de entrar al edificio era alcanzado por los esbirros a quienes apabulló a estrellones y, después de liberarse momentáneamente de ellos, entró y corrió escalera arriba; después sonó un disparo.
–Eran unos asesinos, lo arrastraron boca abajo por las escaleras, como si fuera un saco, su cara chocaba sin misericordia en cada escalón y sobre el piso de granito de la entrada el edificio –siempre contaba el vendedor, conteniendo su respiración, nunca quiso que sus hijos lo vieran llorar–, pero el muchacho se repuso y se incorporó, le dio otra paliza. 

Puedes continuar leyendo en la próxima entrada de este blog, te esperamos,

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sábado, 25 de febrero de 2012

El Héroe y el vendedor, 1ra parte

Cuento que aparece en el libro "Preámbulo para un suicida"

–¡Ven acá, maricón, tú también te vas con nosotros! –gritó un policía vestido de civil a un vendedor que blandía con saña por la solapa de la camisa.
–Por su madrecita, yo no estoy en na´ –suplicó asustado el hombre, al sentir la punta del arma que amenazaba con volarle los sesos. Después fue lanzado sobre un carretón de madera detenido sobre el portal del bar. 
–Te voy a matar aquí mismo so´ desgracia´o –aseguró el agente.
Sonó un disparo y José Ramón, que a escasos metros combatía en franca desigualdad, cayó al suelo. El vendedor mojó sus pantalones, y debajo del carretón se dibujó un gran charco de orina; se sintió atravesado.
–Yo solo soy un vendedor de frutas, se lo juro –suplicó llorando, mientras José Ramón era arrastrado herido a la perseguidora. En ese momento lo creyeron muerto.
–Deja ese hombre, es gente buena –dijo uno de los policías, presto a subir al carro patrullero, sin dejar de ajustarse el uniforme.
–¿Este no es el que andaba con el otro? –insistió el guardia vestido de civil. El vendedor seguía suplicando su inocencia.
–Vamos, monta y deja a ese hombre que es gente nuestra –reiteró el uniformado que era el jefe del carro. El vendedor fue liberado y la perseguidora salió a toda prisa, mientras se escuchaba un disparo dentro de ella.
El antiguo vendedor agonizaba, sin tiempo apenas para exonerarse ante mí. 


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Poema 1. Pétalos



Pétalos

Tus tetas son dos pétalos
que me brindan las razones:
de amar y seguir amándote.

Cuando vuelo sobre tu cuerpo,
y rebaso el vientre tuyo
allí quedo atrapado
entre mil mañas y dos pezones.

Cuando trotas a riendas sueltas
con serena villanía:
alborotas…
gimes…
y gritas…
mientras tu sangre se hace vino y,
place el delirio mío,
entre piernas y pelos rizos
entre nalgas y clítoris erguido.


Puede encontrar más poemas en la próxima entrada de este blog, le esperamos

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amor, desenfreno, locura, pasión, poemas, poesía, tetas,


viernes, 24 de febrero de 2012

Preámbulo para un suicida, cuentos para adultos




Sinopsis:
La ambiguedad social de los años sesenta reflejada en los niños de una familia acosada por la sociedad y la miseria, el relato más extenso publicado sobre un héroe casi ignorado, el renacer de la nueva sociedad cubana pos soviética vista desde la angustia de un obrero vanguardia, una breve pasada a los años 80, las visicitudes de un pueblo asfixiado entre dos aguas.

Puede comenzar a leer aquí en una próxima entrada o en:
http://albertoacostabrito.galeon.com/paginas/Adultos.html
 
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martes, 21 de febrero de 2012

La basura y yo (3ra parte)


Cuento que aparece en el libro "Preámbulo para un suicida"

–Mi vida, ¿botaste la basura? –fueron sus primeras palabras.
–Sí.
–¡Qué extraño! El carretón de la basura viene por ahí, y nunca pasa dos veces. 
–¿Cómo que el carretón? –dije asombrado.
–Sí, el carretón de la basura lo dejé atrás cuando venía. Yo no sé dónde la habrás botado, pero por no oír a mi madre pelear, no me interesa lo que hiciste con la bolsa.
Había caminado casi diez kilómetros por gusto. No tuve valor de sincerarme, suele ser desagradable hacer el papel de ridículo. Opté por callar y esperar el carretón del siguiente día. Al llegar mi suegra en lo primero que recabó fue en la basura y al ver no verla se mantuvo relajada el resto del día. Pasamos una noche de feliz convivencia. Amaneció y la rutina volvió a nosotros. Mi esposa se despidió con un beso, y mostrándome otra bolsa llena de desperdicios dijo:
–Amor, acuérdate de tu misión, de ella depende nuestra tranquilidad.
Estuve pendiente todo el día del carretón, cada vez que sentía los cascos de algún caballo sobre el asfalto o el crujir de un coche, bajaba las escaleras con las dos bolsas de basura. Al llegar la tarde y mi esposa, las piernas me pesaban.
–¿Te sientes mal? –dijo al verme acostado.
–No, estoy cansado.
–¿Escribiste mucho?
Respondí con una sonrisa irónica, después le conté lo difícil que se hacía identificar el carretón de la basura. De pronto se escuchó el sonar de una campana.
–Oye, mi amor, ese es el carretón, siempre toca un cencerro, y corre, que está cerca y no espera mucho.
Corrí escaleras abajo, deteniéndome en el borde de la calle, ahí esperé un buen rato hasta que oí gritar:
–Sube, amor, que fue una falsa alarma, él pasa primero por la calle de atrás.
El carretón pasó por la calle de atrás, por la de los costados y por varias más, siempre sonando los metales. Bajé tantas veces como sonó la campana. Cuando le tocó el turno a mi infortunada calle, bajé una vez más. El carretón recogía la basura de los edificios de la cuadra que colinda, pero no tuve fuerzas para llegar allí. Al concluir la recogida en aquel lugar, el carretón dio media vuelta, pero antes el carretonero hizo una seña con la mano indicándome que estaba lleno, que lo esperara. Parado en el borde de la calle comí esa noche, el carretón no regresó. Nos pusimos de acuerdo y escondimos la basura dentro del cuarto para poder tener otra noche de buena convivencia.
Al día siguiente, con más experiencia en el asunto de la basura, dediqué la mañana a descansar. Por la tarde fue menester esperar el carretón, pero no pasó. Teníamos en el cuarto varias bolsas de nailon llenas de desperdicios dentro de un saco. Esa noche casi no pudimos dormir, los ratones habían descubierto el basurero particular y se pusieron a merodear debajo de la cama. Temíamos por nuestra hija, y nosotros, así que me mantuve la vigilia. Por la mañana, esperé estar solo para sacar el saco de debajo de la cama y salir con él al hombro. Al llegar a la intercepción fui detenido por un patrullero.
–Ciudadano, ¿usted no es de la zona?


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sábado, 18 de febrero de 2012

Sinopsis argumental de “Los ahorcados”.



Un anciano se presenta en la mansión del expolicía Orestes Chani, convertido en importante figura política, para develarle, a través de una lectura desbordante, sucesos y personajes omitidos durante la investigación del asesinato de un viejo luchador revolucionario llamado Darío ocurrido medio siglo atrás. De esa manera salen a la luz los pormenores del mayor y único fracaso en la vida del policía.
La novela comienza con el reencuentro entre el indeleble Valdescruz y el agonizante Orestes, principales protagonistas de la novela. A continuación irrumpe la versión Mezquida del ahorcamiento de Darío, una historia subordinada a la primera, y que se centra en el antagonismo entre ambos. En ella la eterna lucha del bien contra el mal no se presenta canonizada con el precepto de los puros porque el satánico personaje de la historia, Mezquida, tiene como objetivo inculcarles, a su adversario y a los demás actores secundarios, su verdad, haciéndoles ver la inexistencia de una línea imaginaria entre el bien del mal, que los buenos no están consagrados al bien absoluto, ni los malos están fanatizados hacia la más cruel maldad; para él, el ser humano es un poco Dios y un poco Diablo como demuestra su propia existencia.
Darío representa una especie de sana conciencia que enferma junto a la sociedad, mientras que Mezquida es el pasado que ha estado subterráneo, listo para irrumpir cuando las condiciones lo propicien.  

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Recuerda hoy 18 y el 19 de febrero podrás descargar gratis Tostado Tostado en Amazon, aprovecha la promoción: Descarga gratis Tostado Tostado, para los amantes de los asesinatos en serie.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El Héroe y el vendedor, 2da parte


El antiguo vendedor agonizaba, sin tiempo apenas para exonerarse ante mí. La muerte al parecer le había dado una tregua, según los médicos debió morir desde hacía días. Una escena se le veía congelada en su mente. Tal pareciera que aquel joven era abatido en ese mismo instante. El ruido de los proyectiles aún zumbaba en sus oídos, podía escucharlo a través de sus pupilas lánguidas, casi muerta, diría. Nunca ocultó su miedo ni su incomprensión ante aquellas balas. Contó mientras pudo sobre el silbido de la bala, que derribó al joven combatiente, y jamás olvidó las ofensas y el forcejeo cuerpo a cuerpo que antecedieron a la muerte.
Pasé trabajo para que alguien pudiera dar fe de lo acontecido, a pesar de que el nombre de José Ramón anda mezclado en la vida que transito.
Solo sé que es un mártir, desconozco su historia, fue la primera respuesta que obtuve en una dependencia estatal que llevaba su nombre. Durante días anduve indagando por las bibliotecas, y poco pude lograr, a pesar de la colaboración de sus trabajadores. No existía documentación ni libros que mencionaran el nombre del muchacho que había muerto ese día. En la Unión de Historiadores de Cuba nada tenían al respecto. Pensé que fue un hombre irrelevante y que el miedo que provocó su muerte al vendedor fue exagerado. Pero... ¿y la historia oída tantas veces? ¿Y el miedo en el rostro del vendedor y su angustia al contar lo sucedido? Tenía la versión del hecho bien concebida:
Dos jóvenes se bajaron de una ruta 28 en la parada frente al Jalisco Park. Dejaron la calle 23 y siguieron por 18.
–Toma el arma –dijo José Ramón, al sospechar que el hombre frente al bar de Miguel era un policía vestido de civil; el arma iba oculta en la cintura, trató de pasársela a su colega.
–Quédate con ella... a ti es al que buscan –insistió el compañero titubeando. Hubo un segundo de discordia, hasta que con gran tensión José Ramón pudo colocar el cuarenta y cinco en la cintura de su acompañante.

¿Sabes qué es la pillocrasia?

Si no lo sabes, léete la novela negra Los ahorcados, para que nunca seas sorprendido por ella como les pasó a los personajes de la obra. La novela revelará su esencia y su hábitat. Mezquida dará más detalles y aportará pinceladas de su alcance.   

martes, 14 de febrero de 2012

"La basura y yo" (2da parte)

Cuento que aparece en el libro "Preámbulo para un suicida"
–¿Dónde está el tanque? –pregunté a un vecino.
–Sigue recto por esta calle y lo vas a ver al final –señaló con un dedo.
Seguí la indicación. Caminé recto. Crucé una carretera que interceptaba la calle por donde caminaba. Pero por mucho que me alejaba no veía tanque alguno. Un tanque de basura no puede estar tan lejos, murmuré. Busqué donde orientarme. Vi una escuela no muy lejos de la ruta.
–Muchacho ¿dónde está el tanque?
–Puro, todavía te falta un poquito –dijo un deportista que trotaba en los alrededores de la escuela– dobla en la esquina y sigue hasta la entrada del reparto Saigón, cuando llegues a su entronque camina calle arriba, el tanque lo tendrás frente a ti.
Así lo hice. Cuando llegué al entronque me detuve a reflexionar: Por eso mi suegra quiere quitarse el problema de la basura. ¡Claro! Mejor manda al que no es familia antes que a su hijo ¡Qué se reviente el agregado! Lo voy a hacer hoy porque se lo prometí a mi esposa. Y doblé calle arriba hasta llegar a la falda de una loma, donde había un inmenso tanque de agua, mucho más grande que otros dos tanques de agua vistos por el camino, pero el que buscaba no estaba. A un costado intenté dejar la bolsa y un inspector salido de la nada lo impidió aplicándome un decreto ley por arrojar basura en la vía pública.
–¡Vaya multa la que recibí! –El círculo permanecía compacto, Isis y los vecinos escuchaban con asombro.
Con la bolsa de desperdicios regresé a la casa, mi esposa estaba por llegar, por lo que la oculté debajo de la cama.
–Mi vida, ¿botaste la basura? –fueron sus primeras palabras.


Puede seguir leyendo en la próxima entrada...

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lunes, 13 de febrero de 2012

La basura y yo (1ra parte)


Cuento que aparece en el libro "Preámbulo para un suicida"

Fregué el contenedor de la esquina antes de botar la basura, lo pulí con un paño que tenía reservado para tal fin. Mi hermana que me vio desde la ventana de la casa me creyó loco. “¿Pero que hace ese?”, se preguntó. Primitivo barría la calle cerca de mí. Hablé unas palabras con el contenedor. “Gracias”, le dije… “gracias por servirme”. El barrendero me sorprendió, una vez más, en ese trance. “Buenos días”, dijo, sin alarmarse. Jamás cuestionó mi extraña manía ni hacía comentarios al respecto. Era un hombre discreto, por ese motivo lo consideré mi amigo. Le contesté el saludo y le brindé café caliente, acabadito de colar, dije. Primitivo extendió la mano al momento para sujetar el termo que tenía delante.  
–No te lo tomes todo que faltan los compañeros del camión de recogida –dije.
–El camión no va a pasar hoy, está roto.
–¡No me digas! ¡No puede ser! –entré en pánico de imaginar que volvería a sufrir la pesadilla vivida en Nueva Gerona. Las piernas perdieron fuerzas obligándome a sentar en el contén. Primitivo, asustado al verme palidecer, fue en busca de ayuda.
–¿Qué te pasó, mi hermano? Vamos, vamos al médico –dijo Isis al llegar.   
–No hace falta, ya estoy recuperado.
–Dime, hermano ¿qué te hizo esa mujer que has venido así? –insinuó Isis, sentándose en el contén, y con gesto de lástima se dedicó a acariciarme las mejillas.
–Con ella no tengo problema, fue con el señor de la basura. Por su culpa, el número cuatro me separó de la familia.
Primitivo y mi hermana no entendían. Me creían loco, sus miradas los delataban. Sonreí con dolor, tomándola por la mano y ella insistió en su curiosidad.
–¿Ustedes no se divorciaron?
–No, lo triste es que nos queremos. Aquí no tengo donde vivir con ella, y de allá me botaron.
–¿Quién te botó de la Isla, mi hermano? ¿Por qué no has contado lo que te sucedió?
Primitivo se mantenía atento a la conversación absteniéndose de hacer preguntas.
–El número cuatro, Isis, se aprovechó del altercado con el señor de la basura para expulsarme y prohibirme la entrada en el municipio.
–¿Quién es ese extraño señor, el de la basura… y el otro tipo, el cuadrado?, ¿De verdad son tan poderosos cómo para sacarte de la Isla y no dejarte entrar?
El problema me lo había reservado. Solo de pensar en el asunto se me hacía un nudo en la garganta.
–Ven, hermanita, siéntate a mi lado, voy a explicarte. 
Fuimos rodeados por varios vecinos que llegaron a auxiliarme y se quedaron a escuchar mi historia.
Después de casarme fui a vivir a casa de mi suegra. Los primeros meses estuve al margen de los asuntos domésticos. Me había concentrado en mi poesía. ¿Y el artista qué hace…? Decía mi suegra molesta, todos los días. Me vi obligado a asumir algunas obligaciones en la casa. Pasé a ser el responsable de la evacuación de los desperdicios domésticos.
–Puedes irte tranquila, amor, no olvidaré botar la basura –le aseguré a mi esposa en la puerta de la casa.
Ella iba a trabajar. Antes dejaría a nuestra hija en el círculo infantil. Siempre salía preocupada por la basura, temía un olvido mío. Mi responsabilidad me había sido impuesta por su madre que era de armas tomar. De ahí la preocupación. Quedé solo en casa con mis poemas. Después de trabajar un rato en la computadora y antes que me adormeciera por su encanto, salí con una bolsa de nailon llena de basura e intenté botarla. Al llegar a la esquina no vi tanque ni contenedor alguno, por un rato husmeé en los alrededores.
–¿Dónde está el tanque? –pregunté a un vecino.

Puede seguir leyendo en la próxima entrada...

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Arcoiris de cuentos, cuentos infantiles


35 cuentos infantiles contados lo más cercano posible al intelecto infantil, tal y como lo pudiera escribir un niño de 6, 7 u 8 años, a través de sus situaciones y personajes se pueden inculcar los más primogenios valores humanos. Cuentos sencillos pero cargados de enseñanzas que harán de los niños mejores personas.
Puedes encontrarlo en:
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Hombre de 150 años en el KDP Select




¿Conoces a algún humano que haya vivido 150 años, más allá de los relatos bíblicos?
Si no lo conoces, lo podrás hacer en Los ahorcados, una novela donde uno de sus personajes alcanza esa edad y se desvanece en el 2050 sin que nadie de fe de que haya muerto.
Sus descendientes, uno por generación y todos varones, van por ese mismo camino...

viernes, 10 de febrero de 2012

Mis novelas en Amazon



“Los ahorcados” está dirigida a adultos de todas las edades, principalmente a jóvenes con gustos por el género negro, con muchísimos seguidores en el mundo.
Antes de arribar a los ciento cincuenta años, Mezquida confiesa a Orestes, un ex policía moribundo, los pormenores de un asesinato ocurrido medio siglo atrás; más que una confidencia, es un recuento de las motivaciones individuales de los personajes entrelazados a los hechos, dentro de un contexto de crítica social, lucha de supervivencia y conflictos del alma humana. Orestes se restablece inesperadamente y comienza nuevamente la persecución al anciano.




Tostado Tostado es novela policíaca que narra los acontecimientos dentro de una familia extendida, donde afloran los sentimientos perversos del odio, la envidia, el desamor y la traición. La posibilidad de heredar una vasta extensión de tierras en España es develada, y a partir de ese momento comienzan a exacerbarse las bajas pasiones de los personajes. Una fuerza oculta inicia una escalada asesina y perversa contra las personas vinculadas a la herencia; sin escatimar escrúpulos amenaza de muerte hasta a los más pequeños de la familia. Una madre soltera está al frente de las investigaciones. El asesino se le hace invisible viéndose abocada en una lucha contra el tiempo para resolver el caso, dada la posibilidad del aniquilamiento de todas las personas con derecho a acceder a la propiedad de las tierras. Durante la trama ella sortea diferentes obstáculos para imponerse como policía y así poder desentrañar el enredo.




lunes, 6 de febrero de 2012

Aún te queda tiempo, descarga gratis Los ahorcados

Aún estás a tiempo de descargar gratis la novela Los ahorcados, por unas horas del día de hoy puedes descargarla o mañana ya tendrás que comprarla.
No pierdas la oportunidad de conocer a Mezquida, un anciano muy malicioso de 150 años que le hace la vida imposible a los que le rodean.
¿Sabías que en su familia solo nace un hijo varón (y ninguna hembra), que todos llegan a los 150, y nadie los puede enterrar?
¿Orestes podrá descubrir todo lo malo que es Mezquida? Descúbralo gratis hoy en Los ahorcados.
http://www.amazon.com/dp/B0073W9XUQ




sábado, 4 de febrero de 2012

viernes, 3 de febrero de 2012

Descarga gratis la novela policíaca Los ahorcados


Los días 5 al 6 de febrero: http://www.amazon.com/dp/B0073W9XUQ
¡No pierdas la oportunidad!


 
Dos personajes antagónicos se reencuentran después de cincuenta años y se desata el esclarecimiento de un asesinato no resuelto. Valdescruz es un viejo doctor recóndito y de intereses innobles que va descubriendo, a través de una lectura desbordante, los pormenores de la azarosa existencia de un luchador revolucionario que había amanecido ahorcado medio siglo atrás. Esta muerte violenta se conecta inesperadamente a otro evento trágico, el asesinato de un antiguo juez.


Más que una historia policíaca es un recuento de las motivaciones individuales de los personajes entrelazados a los hechos. Amores frustrados, lo divino, la doble moral, el engaño y el odio se unen en un todo para sugerir con sutileza el motivo de los personajes, atados a un fuerte instinto de supervivencia que subyace en cada una de las escenas como hilo conductor. La eterna lucha del bien contra el mal no se presenta canonizada con el precepto de los puros, porque para el satánico lector, que va narrando su propia historia dentro de otra, el dilema es el de inculcarle al adversario su verdad, haciéndole ver que no existe una línea imaginaria que separe el bien del mal, que los buenos no son íntegramente buenos y los malos tampoco son totalmente malos; para él, el ser humano es un poco Dios y un poco Diablo. Quien lea esta novela podrá concebirse su propia lectura del libro, pues los personajes están pensados para desatar la polémica.


También puedes comprarla todos los días del año.

jueves, 2 de febrero de 2012

Novelas policíacas en KDP Select de Amazon



Como les anuncié antes, inscribí mis novelas policíacas “Los ahorcados” y “Tostado Tostado” en el KDP Select de Amazon, desde donde se venden de manera exclusiva por 90 días, desde febrero hasta el 29 de abril de 2012. Si luego me interesa y me da los resultados esperados valoraré mantenerlos allí o no.
KDP Select es una nueva opción para que los autores que publican en Kindle promuevan su libro. Los míos serán parte de la Biblioteca de Préstamo para Propietarios de Kindle (Kindle Owners' Lending Library) por dicho período, a la que podrán acceder los miembros Prime en los Estados Unidos que podrán elegir entre miles de libros para leer gratis, con una frecuencia de un libro por mes sin fecha de devolución.
También podré promocionar mis novelas gratis durante un máximo de 5 días incluidos en los 90 días. Esto sí que es una gran ventaja porque estarán libres para todos los lectores durante ese período.
Resumiendo, mis novelas en estos 90 días serán prestadas a los miembros Prime de Estados Unidos, además serán vendidos a todos las personas que deseen comprarlas desde la propia Amazon, aunque no pertenezcan al Club Prime y, muy importante, serán regalados a todo el que los quiera durante 5 días en los tres meses.

Desde ahora les estoy informando que podrán descargar gratis:
5 al 6 de febrero
5 al 6 de marzo
5  de abril
con la promoción:
Los ahorcados: para los amantes de la novela negra.

De 18 al 19 de febrero
Del 17 al 18 de marzo
14  de abril
con la promoción:
 Para los amantes de los asesinatos en serie: Tostado Tostado.

O comprarlos cualquier día del año.